jueves, 24 de diciembre de 2009

Felicidades!

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RO galería de Arte les desea
Felices Fiestas!
Que disfruten en buena compañía!

sábado, 14 de noviembre de 2009

jueves, 15 de octubre de 2009

Montaje Geometrías I

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Una visita virtual por la exposición
Entrando sobre la derecha, Miguel Giovanetti, Juan Melé, Jorge Pereira y la escultura de María Juana Heras Velazco


Una vista desde la oficina hacia la puerta: Eduardo Jonquieres en primer plano, la escultura de María Juana Heras Velazco y la obra de Eduardo Mac Entyre sobre la vidriera.

Un primer plano de la obra op-art de Eduardo Mac Entyre.

Sobre la izquierda Luis Tomasello, sobre la derecha Jorge Pereira y en el centro María Juana Heras Velazco.

Las obras de Victor Magariños D. y Luis Tomasello en la pared frontal de la sala.

Una escultura de Ary Brizzi sobre la vidriera izquierda y la obra de Raúl Mazzoni

Gabriel Messil y Dalmiro Sirabo, mirando desde la puerta hacia la izquierda.

César López Osornio

martes, 6 de octubre de 2009

GALAAC en El Corte Inglés Viajes

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La Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo expondrá obras de sus artistas en las nuevas oficinas de El Corte Ingles Viajes, un precioso petit hotel recuperado y llevado a su máximo explendor.

Elegimos exponer la obra de Leonardo Ciocchini, un joven artista discípulo de Guillermo Roux que trabaja el paisaje urbano.

lunes, 5 de octubre de 2009

Los esperamos el 7 de octubre!

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Desde nuestros comienzos en el 2002 nos hemos establecido como una galería de arte con una línea netamente figurativa, presentando más de 40 exposiciones de artistas consagrados, de generación intermedia y jóvenes. En esta oportunidad presentamos una exposición disímil que reúne a trece artistas que trabajan dentro de la geometría.

La aparición en 1944 del único ejemplar editado de la Revista Arturo, marcó no solo el comienzo de las primeras manifestaciones de un arte abstracto en nuestro país sino que además fue el comienzo de un movimiento cultural que definió la historia de las artes plásticas en la década del cuarenta cuya impronta perdura hasta hoy.

Esta exposición, en la que participan grandes maestros del movimiento geométrico histórico como Juan Melé, Victor Magariños, Eduardo Mac Entyre, Luis Tomasello, Ary Brizzi, Eduardo Jonquieres y María Juana Heras Velazco, entre otros, tiene la intención de hacer una aproximación a aquel momento histórico del país, a aquella estética de los años 40 donde las artes plásticas realizan por primera vez un profundo quiebre con su pasado inmediato.

De la misma manera, fueron convocados artistas prestigiosos de generación intermedia como Dalmiro Sirabo, Raúl Mazzoni, Gabriel Messil, Miguel Angel Giovanetti, Jorge Pereira y Cesar López Osornio cuyas obras dialogan y proponen otros puntos de vista y relatos.


Agradecimientos: César López Osornio y Rubén Betbeder


Con el auspicio de Babel Consultoría de Arte


viernes, 26 de junio de 2009

el invierno y el paisaje

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Los esperamos con un sorprendente contrapunto de Marina Curci y Emma Livingston

martes, 2 de junio de 2009

lunes, 1 de junio de 2009

"Medir lo Habitable" por Luis Espinosa sobre Miguel Angel Giovanetti

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No toda geometría es no figuración. Ni todo trazo hecho con regla nos remite a las formas puras. Ni la búsqueda de formas puras es superior al encuentro de imágenes que refieren a objetos de la realidad. Ni lo contrario. Ni todos los geométricos se ocupan de lo mismo. Detrás de toda configuración elaborada por un artista habrá una salida al mundo, movida por una necesidad vital y habrá un mundo que responde con la disponibilidad de sus formas.
Cuando Miguel Ángel Giovanetti aborda la creación de estas pinturas no parece estar preocupado por ese tono racional, matemático con el que se tiñen muchas de las obras que los artistas ubican bajo el nombre de Geometrías. Pero él le llama "Geometrías" y produce una contradicción que obliga a esa palabra a desplazarse al terreno de la metáfora.Si uno pretende ver esas pinturas tan sólo como juegos de equilibrio o dinámicas de efectos cinéticos, se está perdiendo ver otros datos que por el lugar que ocupan en la sintaxis, son realmente cruciales a la hora de percibir un sentido.
Me refiero a dos elementos modificadores de lo que se presenta como tema central.Si el tema central, aunque sea provisoriamente, puede nombrarse como eso que observamos ejerciendo la partición matemática del plano.En primer lugar, detrás o debajo de todo lo que vemos como geometría, se extienden unas manchas informes y oscuras que abarcan todo el plano y emergen aquí y allá por transparencia y sin respetar ningún límite.En segundo lugar, la otra modificación incide desde la superficie en forma de frotados o descascarados y esta vez sí, interviniendo las franjas rectas de color, interrumpiéndolas o borroneando sus contornos. Como huella de un uso que produce un desgaste.
Y entre medio de estas capas, profunda y superficial, el objeto, lo modificado:¿Podemos arriesgar aquí que estas geometrías tengan su referente último en un objeto de la experiencia, en un modelo real del cual toman su espíritu?¿No hay suficientes indicios para ver el fantasma de antiguos embaldosados superpuestos en estructuras análogas con retazos de tela o papel estampados, cortados, rasgados irregularmente?¿No juega con el patrón de diseño de una lona o cortina que en sus daños evidencia el paso del tiempo?
Si es así, estamos ante una referencia figurativa, un elemento extractado y recortado de la memoria y forzado a ordenarse como recurso para comprender algo que aún así permanece oculto detrás de su secreto.En el punto exacto entre mostrarse como la cosa que es, anécdota del mundo, figura mimética de una realidad o como una construcción del espíritu, retícula perceptual que busca calzarse con una materia que le permita verse.
Opuesto absolutamente a Mondrian, las estructuras de Giovanetti no se extienden más allá de los límites del cuadro sino que se concentran en ese espacio circunscrito y delimitado donde urge acomodar los elementos para que en un nuevo orden anuncien su razón de ser. Y se acercan a la experiencia humana y sus estados fluctuantes mucho más que a enunciar una realidad formal que sobrevuele esa experiencia casi sin tocarla.
Si la geometría es el arquetipo de la razón dada su capacidad de ordenar y entender, aquí la razón se verifica vulnerada y en su propia transparencia, muestra esa base informe e inconsciente sobre la que se sustenta. Esas manchas oscuras están presentes casi sin que notemos su presencia y testifican un estado primordial de caos.Que es, a la vez, el magma que empuja desde las profundidades.
La memoria ha recortado superficies de la casa, el lugar cotidiano, la referencia cercana de la tierra que se habita. Porque la memoria busca en los datos que posee. Aquellos tomados de la misma experiencia que le ha enseñado a reconocerse, a medirse.Y la geometría nació como la ciencia de medir la Tierra y todo su esfuerzo ha permitido construir nuestras habitaciones en los territorios en los que vivimos.
En su metáfora, Miguel Ángel Giovanetti nos habla de otra tierra inconmensurable, territorio humano, espíritu que busca habitarse resistiendo el deterioro al que sospecha que está finalmente condenado.Pero espera dar el salto, espera la oportunidad de trascenderse, espera poder quebrar el ciclo obligado de su suerte.
Esa tierra, entonces, es interioridad.La mirada percibe en estas obras, la constante vital que la energiza.Mide ese interior, ese terreno, (geo - metría), proyecta la existencia en esa tierra efímera, ordena el espacio caótico donde la vida se mueve, busca y logra.
GEOMETRÍAS:Medición del espacio espiritual habitable.


[publicado en ramona]

martes, 5 de mayo de 2009

Crítica sobre Miguel Angel Giovanetti en Ambito Financiero

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El geometrismo sensible de Giovanetti rinde otra prueba
Por: Jorge Glusberg

El jueves a las 19 se inaugurará en la Galería RO (Paraná 1158), dirigida por Roxana Olivieri y Damián Scher, «Geometrías» de Miguel Ángel Giovanetti, que expone obras de «Inside» su última serie abstracto-geométrica caracterizada por su singular elaboración cromática.Desde nuestros primeros contactos con su obra, a fines de los ochenta, en sus participaciones en concursos como el Premio de Pintura Movado-Cayc (1988), hasta hoy, hemos conocido el desarrollo de más de dos décadas de su trayectoria rica en exploraciones cromáticas, arte digital y manipulación de imágenes. En sus distintas series, Giovanetti reflexiona sobre el status de lo real y el papel de la subjetividad en el arte contemporáneo.«Las cosas no son como parecen», sostiene el artista. En los entramados geométricos planteados en la imagen digital de Homenaje a Boccioni (1996), Giovanetti anticipa sus preocupaciones estéticas actuales. En 1999 presentó «Memor-oris», exposición en la que desarrolló una serie en torno al retrato de Umberto Boccioni uno de los heraldos del futurismo italiano, que en la cabalgata de las vanguardias históricas, la primera que se presenta como tal, con su programa y sus teorías, sus luchas y sus polémicas. Y es también la primera en exaltar la vida moderna y la revolución tecnológica.El ideólogo y animador del Futurismo es un poeta, Filippo Marinetti, lamentablemente fascista, que anuncia la llegada de este movimiento pluridisciplinario a comienzos del 1909. Sus líderes son, además de Boccioni, Giacomo Balla, Gino Severino, Carlos Carrá y Luigi Russolo, firmantes de los dos manifiestos aparecidos en Milán en 1910. En ambos escritos, surge el rechazo al pasado y la visión ardorosa de la actualidad.El movimiento es la obsesión de los pintores futuristas. A la descomposición de las formas a través de la luz y el color, tomada del puntillismo, los futuristas unen la estructuración en planos seguida por los cubistas, para representar de ese modo al movimiento y la simultaneidad. Los futuristas apuestan a la agresividad cromática.«La máquina, la luz eléctrica y su reverberación en las ciudades, proyecta el pensamiento hacia la era electrónica. Así el plano virtual - que el futurismo lanza al espacio con sus líneas de fuerza- sufre una apropiación en la obra de Giovanetti», escribió Rosa Faccaro en el prólogo a su muestra actual. En 1998, en el Centro Cultural Recoleta expuso «Restitución de la Memoria». «La memoria es el eje omnipresente de sus primeras indagaciones de la gráfica, como en un nuevo tipo de figuración creado a partir de registros arquitectónicos de gran contraste», señaló sobre aquella muestra la crítica Adriana Herrera en «Revista Artes» de Santo Domingo.En 2006 en la Galería Chelsea de Miami, Florida, presentó «Fragmentos», con series que logran efectos de movimiento por medio de la reconstrucción y superposición de fragmentos. Giovanetti nació en Buenos Aires en 1948. Entre otras muestras se destacan «Missing», en el Stockhausen Museum de Alemania (1995); «2° Biennial Exhibit of Contemporary Latin-American Art», en el Cornell Museum of Art, Florida (2002), y en el Museum of Latín American Art, Long Beach, California (2007).Luego de una larga trayectoria en la que ha transitado de la figuración a la abstracción, en sus últimas series Giovanetti ha ido eliminando los elementos narrativos de su obra y se ha ido centrando en su singular abstracción geométrica. Los historiadores coinciden en que fue Vasili Kandinsky quien, hacia 1910, abolió los últimos vestigios de la figuración pictórica, y toman a una acuarela suya como el nacimiento del arte abstracto (también llamado no representativo, no objetivo o no figurativo).En 1913, en Moscú, también ciudad natal de Kandinsky, iniciaba Kasimir Malevich un nuevo camino con su Cuadrado negro sobre fondo blanco. La abstracción geométrica, realizada por las más antiguas civilizaciones humanas y también por las más recientes de la vieja América, entra en el arte de Occidente desde el Este, la Rusia de 1913, donde Malevich la rescata en términos estéticos y religiosos. El Constructivismo soviético, el Neoplasticismo holandés, los desarrollos del Bauhaus alemán y el Arte Concreto europeo de la década del 30, son las etapas posteriores.Veinte años después de la muestra de Pettoruti (1924), y bajo la influencia del uruguayo Joaquín Torres García, aparece en la Argentina la geometría de la cual derivan el Concretismo, el Movimiento Madí (1944) y el Perceptismo (1945 a 1947). Con estos creadores locales nace el arte experimental y la teoría de la pintura. La tendencia continúa en la década del 60 con el arte óptico (Op Art), el cinético y la llamada Nueva abstracción (Hard edge), una variante del arte geométrico que anuncia el Minimalismo.Mientras tanto, se fue constituyendo una línea cuya característica unificadora es la atenuación del rigor formal, por medio de efusiones cromáticas. Lo que años más tarde el critico de arte y poeta surrealista Aldo Pellegrini llamara Geometría sensible y hoy encarna Miguel A. Giovanetti.Sus últimas obras, se caracterizan por su estructuración en planos que generan tramados geométricos de singular cromatismo. Entre sus recuperaciones, se ha destacado la «cita de Broadway Boogi-Woogie obra de Mondrian», en las imágenes que compone con fragmentos de diferentes tonos y provocan un efecto de luz sobre la tela.

jueves, 30 de abril de 2009

Entrevista a Miguel Angel Giovanetti en ARSOmnibus

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ENCUENTRO CON EL ARTISTA
por Roger Colom

Hace unos días tuve ocasión de visitar la casa de Miguel Ángel Giovanetti en Caballito, y me lleve una buena sorpresa. No sólo porque él sea una persona agradable, eso en el mundo del arte, como se sabe bien, es lo de menos, sino porque su pintura, tras unos momentos de desconcierto, llegó a interesarme que va más allá de la pintura en sí, hacia la poesía, hacia la música. Esto debería pasar, creo, con cualquier obra de arte que nos encontremos. No tengo fe en la obra pura, la que sólo se abre a sí misma, la obra ensimismada.
Más tarde, habiendo escuchado a Giovanetti, habiendo hojeado los catálogos varias veces, tratando de recordar las sensaciones que su pintura, vista en persona, me provocaba, me di cuenta de que mi pequeña intuición no había fallado.
Lo que hace Giovanetti es una pintura abstracta, geométrica. Tiene otras series, además de la que expondrá en la Galería Ro a partir del 7 de mayo en las que incluye elementos figurativos, retratos, edificios. Pero en esta, los elementos son rayas, rectángulos de color, que a veces recuerdan los papeles pintados con los que se decoran las habitaciones de las casas. Los pinta en varias capas, un rectángulo de color encima de otro de otro color y otro tamaño. Luego viene la operación más interesante, que es cuando empieza a lavar los cuadros, a sacar capas de pintura, de manera que parece que aquel papel de pared se ha ido ajando con el tiempo. Y el resultado es, de verdad, un tratado poético sobre el paso del tiempo, el recuerdo y la aceptación de la vida con esa experiencia y ese conocimiento.
Giovanetti: Evidentemente, una obra de arte cuando está pintada ha sido terminada.
Para mí, al darle el aspecto del paso del tiempo, es como si la obra estableciera una dinámica de lo que fue a lo que es. Como si ese proceso no se interrumpiera nunca. Como si la terminación de la obra no fuera nunca. Siempre se van produciendo distintas degradaciones, y eso lo vinculo al paso del tiempo en la vida humana, la existencia.
Así que la limpieza de líneas del arte geométrico se empieza a deshacer con esa alusión al tiempo. Pero Giovanetti dijo algo que me llamó la atención: "Entonces, yo haciendo esos lavados, esas roturas, ya establezco que el paso del tiempo está implícito en la obra. Es como que a pesar de estar terminándola ya fuera atemporal." ¿Y no es precisamente esa atemporalidad lo que buscan los geométricos? Después de romper con la tradición de la abstracción geométrica, Giovanetti encuentra una manera de entroncar con ella de nuevo.Es como si pintara el futuro de una superficie como si fuera su pasado. La obra de Giovanetti, entonces, recuerda hacia adelante pero, de manera evidente, con conocimiento de causa. Proyecta el pasado hacia el futuro de la misma forma en que todos nos sabemos mortales. Esta proyección temporal asocia sus obras con la poesía, o para decirlo mejor, con lo poético, que depende precisamente de este tipo de proyecciones.
Sin ellas, además, cualquier idea de belleza, la de una obra plástica, literaria o musical, la de un edificio, la del cuerpo humano: si no recordamos el futuro (y aquí me gustaría eliminar cualquier alusión a una película de nombre similar), la belleza sería incomprensible, no sería belleza.
Las obras de Miguel Ángel Giovanetti son bellas, de una belleza tranquila, con la que se puede vivir. Y parece que nos dicen, Sí, con el pasado se puede vivir, y sí, también podemos vivir con lo que la experiencia nos dice que será el futuro.No quiero decir que las pinturas de Giovanetti sean tranquilizadoras, o anestesiantes, sino que abren caminos para que sepamos vivir con lo que la memoria, el recuerdo, tiene de inquietante.No es lo mismo saber que las cosas tienen sentido, aunque lo desconozcamos, que pensar que carecen de él. Estas obras se instalan en esa búsqueda sin aspavientos, sin gritos, sin escándalo. Buscan el sentido de lo que somos (materia en el tiempo, quizás) sin desesperación, con calma, como si él mismo y sus obras tuvieran todo el tiempo del mundo. Así, también, son atemporales.

miércoles, 8 de abril de 2009