martes, 5 de mayo de 2009

Crítica sobre Miguel Angel Giovanetti en Ambito Financiero

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El geometrismo sensible de Giovanetti rinde otra prueba
Por: Jorge Glusberg

El jueves a las 19 se inaugurará en la Galería RO (Paraná 1158), dirigida por Roxana Olivieri y Damián Scher, «Geometrías» de Miguel Ángel Giovanetti, que expone obras de «Inside» su última serie abstracto-geométrica caracterizada por su singular elaboración cromática.Desde nuestros primeros contactos con su obra, a fines de los ochenta, en sus participaciones en concursos como el Premio de Pintura Movado-Cayc (1988), hasta hoy, hemos conocido el desarrollo de más de dos décadas de su trayectoria rica en exploraciones cromáticas, arte digital y manipulación de imágenes. En sus distintas series, Giovanetti reflexiona sobre el status de lo real y el papel de la subjetividad en el arte contemporáneo.«Las cosas no son como parecen», sostiene el artista. En los entramados geométricos planteados en la imagen digital de Homenaje a Boccioni (1996), Giovanetti anticipa sus preocupaciones estéticas actuales. En 1999 presentó «Memor-oris», exposición en la que desarrolló una serie en torno al retrato de Umberto Boccioni uno de los heraldos del futurismo italiano, que en la cabalgata de las vanguardias históricas, la primera que se presenta como tal, con su programa y sus teorías, sus luchas y sus polémicas. Y es también la primera en exaltar la vida moderna y la revolución tecnológica.El ideólogo y animador del Futurismo es un poeta, Filippo Marinetti, lamentablemente fascista, que anuncia la llegada de este movimiento pluridisciplinario a comienzos del 1909. Sus líderes son, además de Boccioni, Giacomo Balla, Gino Severino, Carlos Carrá y Luigi Russolo, firmantes de los dos manifiestos aparecidos en Milán en 1910. En ambos escritos, surge el rechazo al pasado y la visión ardorosa de la actualidad.El movimiento es la obsesión de los pintores futuristas. A la descomposición de las formas a través de la luz y el color, tomada del puntillismo, los futuristas unen la estructuración en planos seguida por los cubistas, para representar de ese modo al movimiento y la simultaneidad. Los futuristas apuestan a la agresividad cromática.«La máquina, la luz eléctrica y su reverberación en las ciudades, proyecta el pensamiento hacia la era electrónica. Así el plano virtual - que el futurismo lanza al espacio con sus líneas de fuerza- sufre una apropiación en la obra de Giovanetti», escribió Rosa Faccaro en el prólogo a su muestra actual. En 1998, en el Centro Cultural Recoleta expuso «Restitución de la Memoria». «La memoria es el eje omnipresente de sus primeras indagaciones de la gráfica, como en un nuevo tipo de figuración creado a partir de registros arquitectónicos de gran contraste», señaló sobre aquella muestra la crítica Adriana Herrera en «Revista Artes» de Santo Domingo.En 2006 en la Galería Chelsea de Miami, Florida, presentó «Fragmentos», con series que logran efectos de movimiento por medio de la reconstrucción y superposición de fragmentos. Giovanetti nació en Buenos Aires en 1948. Entre otras muestras se destacan «Missing», en el Stockhausen Museum de Alemania (1995); «2° Biennial Exhibit of Contemporary Latin-American Art», en el Cornell Museum of Art, Florida (2002), y en el Museum of Latín American Art, Long Beach, California (2007).Luego de una larga trayectoria en la que ha transitado de la figuración a la abstracción, en sus últimas series Giovanetti ha ido eliminando los elementos narrativos de su obra y se ha ido centrando en su singular abstracción geométrica. Los historiadores coinciden en que fue Vasili Kandinsky quien, hacia 1910, abolió los últimos vestigios de la figuración pictórica, y toman a una acuarela suya como el nacimiento del arte abstracto (también llamado no representativo, no objetivo o no figurativo).En 1913, en Moscú, también ciudad natal de Kandinsky, iniciaba Kasimir Malevich un nuevo camino con su Cuadrado negro sobre fondo blanco. La abstracción geométrica, realizada por las más antiguas civilizaciones humanas y también por las más recientes de la vieja América, entra en el arte de Occidente desde el Este, la Rusia de 1913, donde Malevich la rescata en términos estéticos y religiosos. El Constructivismo soviético, el Neoplasticismo holandés, los desarrollos del Bauhaus alemán y el Arte Concreto europeo de la década del 30, son las etapas posteriores.Veinte años después de la muestra de Pettoruti (1924), y bajo la influencia del uruguayo Joaquín Torres García, aparece en la Argentina la geometría de la cual derivan el Concretismo, el Movimiento Madí (1944) y el Perceptismo (1945 a 1947). Con estos creadores locales nace el arte experimental y la teoría de la pintura. La tendencia continúa en la década del 60 con el arte óptico (Op Art), el cinético y la llamada Nueva abstracción (Hard edge), una variante del arte geométrico que anuncia el Minimalismo.Mientras tanto, se fue constituyendo una línea cuya característica unificadora es la atenuación del rigor formal, por medio de efusiones cromáticas. Lo que años más tarde el critico de arte y poeta surrealista Aldo Pellegrini llamara Geometría sensible y hoy encarna Miguel A. Giovanetti.Sus últimas obras, se caracterizan por su estructuración en planos que generan tramados geométricos de singular cromatismo. Entre sus recuperaciones, se ha destacado la «cita de Broadway Boogi-Woogie obra de Mondrian», en las imágenes que compone con fragmentos de diferentes tonos y provocan un efecto de luz sobre la tela.