lunes, 13 de septiembre de 2010

Piel Social: texto Andrea Saltzman

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El trabajo de Patricia Linenberg es un trabajo de entramado. A partir de su obra Patricia teje su propia histoira. En ese hacer se entrelaza su presente de artista y terapeuta. Pero también la historia de su padre, el teatro, la música, la danza, la inmigración, el amor, el dolor, la persecución, pero fundamentalmente el festejo. Ella festeja la vida. El encuentro, los vínculos, por eso refiere a la piel. Ese límite que marca la continuidad entre uno y el mundo.
Habla de gestos y de huellas de ese doble registro de interioridad y exterioridad.
Aquí no existe un tiempo cronológico los hechos se yuxtaponen así como sus imágenes
configurando un presente continuo.
A través de su encuentro con el teatro comunitario Linenberg proyecta la ilusión de visualizar esa piel invisible que se teje en la trama social.
En realidad ella refiere a esa continuidad intangible de un ser en el otro. De ser junto con el otro. De solidaridad.
Toda historia personal es básicamente una historia de piel, pero toda historia personal es esencialmente una historia social.
La piel es ese borde difuso, desdibujado, en el cual lo privado y lo público cobran vida. Su trabajo se instala en esa arista misteriosa y vital que refiere a la vida misma.